La primera impresión al llegar desagradable, como teniamos escrito en la cara turistas paletos, alli en el metro no se pueden hacer transbordos y nosotros lo hicimos nada más llegar, y eso de "lo siento, acabamos de llegar y no lo sabiamos" como que no coló, asi que bajo la frase "este es el metodo Húngaro", multita al canto, pero claro, siguiendo con el metodo Húngaro, a regatear se ha dicho, así que pasamos de 25€ a 10€ pero el colmo fue que por casualidad pregunte que si podía pagar en Florines y sólo pagué al final unos 4€, así que aquello fue de risa, el resultado, la cara de tonto que se nos quedo a todos...
Después el hostal era un edificion de viviendas normal y corriente, a mi personalmente y creo que al resto nos agrado mucho, pero al principio nos choco, ademas alli no estaba el dueño y había que llamarlo para que viniera, nos tuvo alli esperando el primer dia mas de 30 minutos, después resulto ser un colombiano muy agradable y el hostal estaba bastante bien, estas eran las vistas del patio interior ...
Pero al final todo mejoró, la ciudad es increible, hay muchisimas cosas para ver, de hecho en tres dias sin parar casi ni nos da tiempo a ver lo más importante, tiene monumentos, fachadas, estatuas, edificios enigmaticos por todos lados, eso sí, como la mayoría de las ciudades, esta en obras...