La primera impresión al llegar desagradable, como teniamos escrito en la cara turistas paletos, alli en el metro no se pueden hacer transbordos y nosotros lo hicimos nada más llegar, y eso de "lo siento, acabamos de llegar y no lo sabiamos" como que no coló, asi que bajo la frase "este es el metodo Húngaro", multita al canto, pero claro, siguiendo con el metodo Húngaro, a regatear se ha dicho, así que pasamos de 25€ a 10€ pero el colmo fue que por casualidad pregunte que si podía pagar en Florines y sólo pagué al final unos 4€, así que aquello fue de risa, el resultado, la cara de tonto que se nos quedo a todos...


Pero al final todo mejoró, la ciudad es increible, hay muchisimas cosas para ver, de hecho en tres dias sin parar casi ni nos da tiempo a ver lo más importante, tiene monumentos, fachadas, estatuas, edificios enigmaticos por todos lados, eso sí, como la mayoría de las ciudades, esta en obras...